En múltiples ocasiones vamos por la vida caminando sin consciencia. Día con día la Madre, guías y maestros, nos muestran siempre con amor la basta abundancia con la que nos colman día con día.
Dejemos de parecer ciegos ante la magnificencia de la abundancia que dan a cada instante, abandona el pensamiento obsesivo, competitivo y material; observa a tu alrededor y disfruta de las maravillas.
Algunas personas me buscan para abrir sus caminos de abundancia y cuando pregunto si alguna vez les ha faltado alimento que llevar a sus hogares me responden que no; me comparten que cuando llegan a final de quincena no les falta ni les sobra.
Es en ese momento que pueden darse cuenta y dimensionar que jamás están solos y que nunca nos abandonarán.
Cegados vamos por las preocupaciones, pero principalmente el miedo, la angustia y la desesperación de la incertidumbre de lo que sucederá.
Es un verdadero aprendizaje aprender a confiar y hacer valer la voluntad de una Madre amorosa que todo nos da y nos provee.
Tiempo después de escucharles, les pregunto si creen en Dios, ellos por lo regular me responden que si. Sin embargo a través de nuestro libre albedrío decidimos optar por el camino del aprendizaje rudo, colmado de ignorancia, miedo, preocupación, angustia, enfermedad o desequilibrio energético y por supuesto tristeza e infelicidad.
Es tiempo entonces de dejar de mirar afuera, escucha el viento, mira en tu interior y reconoce la bendición que habita en ti, y que te conecta con todo en abundancia, amor y compromiso de servir.
Amados hermanos honremos a la Madre hoy, y recibamos con amor, todos los hermosos regalos que tiene para nosotros y que ni siquiera en ocasiones en material.
Bendiciones eternas de éste humilde "Peregrino" Fernando Kumara. San Nam.
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