Encontrar a la pareja ideal, en nuestros tiempos es complejo, pues la mayoría de las parejas se separan y la persona termina frustrada y decepcionada de lo que se concibe como pareja. Sin embargo, pocos saben que existen tres niveles para alcanzar la meta, comprometerse o casarse y experimentar algo diferente.
El primer nivel consiste en que la pareja se da la oportunidad de mirarse a los ojos, existe una química extraordinaria, tanto que existe atracción física, sexual, emocional, pasional, social y material. La pareja asiste a cafés, teatros, cines, hoteles, restaurantes, lugares donde existe mucha privacidad, etc. Y finalmente la pareja decide unirse en matrimonio o juntarse, para experimentar la vida de matrimonial.
El segundo nivel de la pareja consiste en que se tiene un conocimiento más pleno y profundo, del ser amado. Te gustan todas sus cualidades, virtudes, defectos y son afines. Visitan a las familias, pertenecen a un grupo social, deportes, bailes, clubs, religión, politica, educación, relaciones de familia, relación con el medio hambiente, cuidado de mascotas, fobias, vicios, enfermedades y finanzas. Inclusive el hombre o la mujer deciden caer de sorpresa un domingo, para saber cómo es su pareja realmente, sin maquillajes, sin afeitarse, conocer su comportamiento, sus hábitos en su alcoba, con su familia, con sus amistades y vecinos. Es entonces cuando la pareja decide casarse o vivir juntos, formar una familia o llevar la relación a otro nivel.
El tercer nivel y el más importante, debería ser el primero y sin embargo nunca lo llevamos a cabo. Si la mayoría de las personas lo practicara el mundo sería totalmente diferente.
Ahora te pregunto, ¿En tu opinión, cuál sería ese nivel?
El tercer nivel y el más importante consiste en aprender a tener una relación contigo mismo, aprender a amarse, respetarse, elevar tu autoestima, valorarte, viajar, tener amigos, consentirte, aprender a compartir, aprender a disfrutar todo y de todo, cultivar la educación de leer y conocer cosas nuevas, cuidarte y no solo aprender sino ponerlo en práctica; en fin aprender a ser Feliz y a vivir la vida como llega. Habrá personas que te compartan que te alejes de personas tóxicas y sin embargo yo puedo decirte que esa parte también es un reto, pues toda persona que llega a tu vida es un maestro y siempre tendrá algo que compartirte, aprenderás que todo es simplemente aprendizaje y que nada es bueno ni malo, sino simplemente es y ya es pasado. Aprenderás que no deberás arraigar a tu ser a los bellos recuerdos, pues traerán sufrimiento a tu ser, así como lo que concibes como malos recuerdos, que también tren sufrimiento al recordarlo.
Lo más hermoso será aprender a vivir y disfrutar del aquí y el ahora, alimentar y cultivar el amor, la alegría y la compasión en tu vida, hasta que un día puedas percibir que eso que has sembrado se pueda cosechar, porque ya se rebalsa en ti y tienes un gran deseo de compartir.
No es lo mismo compartir el amor, que dar el amor. Aquel que da se queda sin nada, vacío, carente de vida en su interior. Aquel que comparte siempre tiene la oportunidad de revitalizarse, de estar centrado en la humildad del conocimiento de que en la vida existe un principio, pero que también un fin, que puede ser arrebatado con la muerte física o emocional de la pareja y que podemos separarnos con amor y seguir como amigos, sin rencillas, sin ego de pelear por bienes materiales, simplemente alcanzando un estado de consciencia más elevado a través del amor que me profeso y deseo compartirme y seguir compartiendo.
Aquel que decide aprender a conocerse y emanar desde su interior el más bello amor a los demás, es una persona que se da la oportunidad de ser feliz a cada instante.
Aquel que decide empezar al revés y pensando que desde afuera vendrá el amor, caerá en experiencias no muy gratas. Lo considero algo quizá natural porque fuimos educados así, pensando siempre en esperar el amor de un padre, de una madre, de un hijo, de un esposo o esposa. Cuando nosotros nos damos la caridad de amor, compartimos sin sufrimiento, sin esperar nada a cambio, sin ser egoísta con el otro, nos hace más conscientes que debemos respetar que el otro tiene diferencias y carencias al igual que nosotros.
Te invito a ahora a cultivar y a cambiar tu forma de pensar, actuar y sentir el amor de una forma distinta, a través de ti y ser un arquitecto consciente de algo más bello y extraordinario. Aprende y actúa ser Feliz.
Te envío un fuerte abrazo colmado de luz! Te amo hermana humanidad, porque juntos cambiamos nuestro planeta, haciéndolo mejor a cada instante.
Fernando Kumara a tus órdenes.
El segundo nivel de la pareja consiste en que se tiene un conocimiento más pleno y profundo, del ser amado. Te gustan todas sus cualidades, virtudes, defectos y son afines. Visitan a las familias, pertenecen a un grupo social, deportes, bailes, clubs, religión, politica, educación, relaciones de familia, relación con el medio hambiente, cuidado de mascotas, fobias, vicios, enfermedades y finanzas. Inclusive el hombre o la mujer deciden caer de sorpresa un domingo, para saber cómo es su pareja realmente, sin maquillajes, sin afeitarse, conocer su comportamiento, sus hábitos en su alcoba, con su familia, con sus amistades y vecinos. Es entonces cuando la pareja decide casarse o vivir juntos, formar una familia o llevar la relación a otro nivel.
El tercer nivel y el más importante, debería ser el primero y sin embargo nunca lo llevamos a cabo. Si la mayoría de las personas lo practicara el mundo sería totalmente diferente.
Ahora te pregunto, ¿En tu opinión, cuál sería ese nivel?
El tercer nivel y el más importante consiste en aprender a tener una relación contigo mismo, aprender a amarse, respetarse, elevar tu autoestima, valorarte, viajar, tener amigos, consentirte, aprender a compartir, aprender a disfrutar todo y de todo, cultivar la educación de leer y conocer cosas nuevas, cuidarte y no solo aprender sino ponerlo en práctica; en fin aprender a ser Feliz y a vivir la vida como llega. Habrá personas que te compartan que te alejes de personas tóxicas y sin embargo yo puedo decirte que esa parte también es un reto, pues toda persona que llega a tu vida es un maestro y siempre tendrá algo que compartirte, aprenderás que todo es simplemente aprendizaje y que nada es bueno ni malo, sino simplemente es y ya es pasado. Aprenderás que no deberás arraigar a tu ser a los bellos recuerdos, pues traerán sufrimiento a tu ser, así como lo que concibes como malos recuerdos, que también tren sufrimiento al recordarlo.
Lo más hermoso será aprender a vivir y disfrutar del aquí y el ahora, alimentar y cultivar el amor, la alegría y la compasión en tu vida, hasta que un día puedas percibir que eso que has sembrado se pueda cosechar, porque ya se rebalsa en ti y tienes un gran deseo de compartir.
No es lo mismo compartir el amor, que dar el amor. Aquel que da se queda sin nada, vacío, carente de vida en su interior. Aquel que comparte siempre tiene la oportunidad de revitalizarse, de estar centrado en la humildad del conocimiento de que en la vida existe un principio, pero que también un fin, que puede ser arrebatado con la muerte física o emocional de la pareja y que podemos separarnos con amor y seguir como amigos, sin rencillas, sin ego de pelear por bienes materiales, simplemente alcanzando un estado de consciencia más elevado a través del amor que me profeso y deseo compartirme y seguir compartiendo.
Aquel que decide aprender a conocerse y emanar desde su interior el más bello amor a los demás, es una persona que se da la oportunidad de ser feliz a cada instante.
Aquel que decide empezar al revés y pensando que desde afuera vendrá el amor, caerá en experiencias no muy gratas. Lo considero algo quizá natural porque fuimos educados así, pensando siempre en esperar el amor de un padre, de una madre, de un hijo, de un esposo o esposa. Cuando nosotros nos damos la caridad de amor, compartimos sin sufrimiento, sin esperar nada a cambio, sin ser egoísta con el otro, nos hace más conscientes que debemos respetar que el otro tiene diferencias y carencias al igual que nosotros.
Te invito a ahora a cultivar y a cambiar tu forma de pensar, actuar y sentir el amor de una forma distinta, a través de ti y ser un arquitecto consciente de algo más bello y extraordinario. Aprende y actúa ser Feliz.
Te envío un fuerte abrazo colmado de luz! Te amo hermana humanidad, porque juntos cambiamos nuestro planeta, haciéndolo mejor a cada instante.
Fernando Kumara a tus órdenes.
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